Al final de la Segunda Guerra Púnica (la guerra en la que Aníbal y sus elefantes cruzaron los Alpes), Roma (Roma) odiaba tanto a Cartago que quería destruir el centro urbano del norte de África. Se cuenta la historia que cuando los romanos finalmente consiguieron vengarse, después de ganar la Tercera Guerra Púnica, salaron los campos para que los cartagineses ya no pudieran vivir allí. Este es un ejemplo de urbicida.
Carthago Delenda Est!
En 201 a. C., el final de la Segunda Guerra Púnica, Cartago ya no tenía su imperio, pero seguía siendo una nación comercial astuta. A mediados del siglo II, Cartago estaba prosperando y estaba perjudicando el comercio de aquellos romanos que tenían inversiones en el norte de África.
Marcus Cato , un respetado senador romano, empezó a clamar "Carthago delenda est!" "¡Cartago debe ser destruida!"
Cartago rompe el tratado de paz
Mientras tanto, las tribus africanas vecinas a Cartago sabían que según el tratado de paz entre Cartago y Roma que había concluido la Segunda Guerra Púnica, si Cartago traspasaba la línea trazada en la arena, Roma interpretaría la medida como un acto de agresión. Esto ofreció cierta impunidad a los atrevidos vecinos africanos. Estos vecinos aprovecharon este motivo para sentirse seguros y se apresuraron a realizar incursiones en territorio cartaginés, sabiendo que sus víctimas no podían perseguirlos.
Finalmente, Carthage se hartó. En 149 a. C., Cartago volvió a ponerse la armadura y fue tras los númidas.
Roma declaró la guerra sobre la base de que Cartago había roto el tratado.
Aunque Carthage no tuvo ninguna posibilidad, la guerra se prolongó durante tres años. Finalmente, un descendiente de Scipio Africanus , Scipio Aemilianus, derrotó a los ciudadanos hambrientos de la ciudad sitiada de Cartago. Después de matar o esclavizar a todos los habitantes vendiéndolos, los romanos arrasaron (posiblemente salar la tierra) y quemaron la ciudad. A nadie se le permitió vivir allí. Cartago había sido destruida: el cántico de Cato se había ejecutado.
Fuentes primarias sobre la Tercera Guerra Púnica
- Polibio 2,1, 13, 36; 3.6-15, 17, 20-35, 39-56; 4.37.
- Livio 21. 1-21.
- Dio Cassius 12.48, 13.
- Diodorus Siculus 24.1-16.