La Agencia Espacial Europea (ESA) se formó para unir al continente europeo en la misión de explorar el espacio. La ESA desarrolla tecnología para la exploración espacial, realiza misiones de investigación y colabora con socios internacionales en proyectos como el desarrollo del telescopio Hubble y el estudio de las ondas gravitacionales. En la actualidad, 22 estados miembros están involucrados con la ESA, que es el tercer programa espacial más grande del mundo.
Historia y orígenes
La Agencia Espacial Europea (ESA) fue creada en 1975 como resultado de la fusión entre la Organización Europea de Desarrollo de Lanzamiento (ELDO) y la Organización Europea de Investigación Espacial (ESRO). Las naciones europeas ya habían estado buscando exploración espacial durante más de una década, pero la creación de la ESA marcó una oportunidad para desarrollar un programa espacial importante fuera del control de Estados Unidos y la entonces Unión Soviética.
La ESA sirve como puerta de entrada de Europa al espacio. Combina los intereses espaciales de Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Rumania, España, Suecia, Suiza y Reino Unido. Otros países han firmado acuerdos de cooperación con la ESA, incluidos Bulgaria, Chipre, Malta, Letonia y Eslovaquia; Eslovenia es un miembro asociado y Canadá tiene una relación especial con la agencia.
Varios países europeos, incluidos Italia, Alemania y el Reino Unido, mantienen operaciones espaciales independientes pero también cooperan con la ESA. La NASA y la Unión Soviética también tienen programas de cooperación con la agencia. La sede de la ESA se encuentra en París.
Contribuciones a la astronomía
Las contribuciones de la ESA a los estudios astronómicos incluyen el observatorio espacial Gaia, que tiene la misión de catalogar y trazar la ubicación de más de tres mil millones de estrellas en el cielo. Los recursos de datos de Gaia brindan a los astrónomos información detallada sobre el brillo, el movimiento, la ubicación y otras características de las estrellas tanto dentro como fuera de la Vía Láctea. En 2017, los astrónomos que utilizaron datos de Gaia trazaron los movimientos de las estrellas dentro de la galaxia enana Sculptor, un satélite de la Vía Láctea. Esos datos, combinados con imágenes y datos del Telescopio Espacial Hubble , mostraron que la galaxia Sculptor tiene una trayectoria muy elíptica alrededor de nuestra propia galaxia.
La ESA también observa la Tierra con el objetivo de encontrar nuevas soluciones al cambio climático. Muchos de los satélites de la agencia proporcionan datos que ayudan con el pronóstico del tiempo y trazan cambios en la atmósfera y los océanos de la Tierra causados por cambios climáticos a largo plazo.
La misión Mars Express de la ESA, de larga duración, ha estado orbitando el Planeta Rojo desde 2003. Toma imágenes detalladas de la superficie y sus instrumentos sondean la atmósfera y estudian los depósitos minerales en la superficie. Mars Express también transmite señales de misiones en tierra a la Tierra. Se le unió la misión Exomars de la ESA en 2017. Ese orbitador también está enviando datos sobre Marte, pero su módulo de aterrizaje, llamado Schiaparelli, se estrelló al descender. La ESA tiene actualmente planes para enviar una misión de seguimiento.
Las misiones pasadas de alto perfil incluyen la misión Ulysses de larga duración, que estudió el Sol durante casi 20 años, y la cooperación con la NASA en el Telescopio Espacial Hubble .
Misiones futuras
Una de las próximas misiones de la ESA es la búsqueda de ondas gravitacionales desde el espacio. Cuando las ondas gravitacionales chocan entre sí, envían diminutas ondas gravitacionales a través del espacio, "doblando" la estructura del espacio-tiempo. La detección de estas ondas por parte de EE. UU. En 2015 inició una nueva era de la ciencia y una forma diferente de ver los objetos masivos del universo, como los agujeros negros y las estrellas de neutrones. La nueva misión de la ESA, llamada LISA, desplegará tres satélites para triangular estas débiles ondas de colisiones titánicas en el espacio. Las ondas son extremadamente difíciles de detectar, por lo que un sistema espacial será un gran paso adelante en su estudio.
Las ondas gravitacionales no son el único fenómeno en la mira de la ESA. Al igual que los científicos de la NASA, sus investigadores también están interesados en encontrar y aprender más sobre mundos distantes alrededor de otras estrellas. Estos exoplanetas se encuentran dispersos por la Vía Láctea y, sin duda, también existen en otras galaxias. La ESA planea enviar su misión Tránsitos planetarios y oscilaciones de estrellas (PLATO) a mediados de la década de 2020 para buscar exoplanetas . Se unirá a la misión TESS de la NASA en la búsqueda de mundos alienígenas.
Como socio en misiones cooperativas internacionales, la ESA continúa su papel con la Estación Espacial Internacional, participando con el programa Roscosmos de Estados Unidos y Rusia en operaciones científicas y técnicas a largo plazo. La agencia también está trabajando con el programa espacial de China en el concepto de una aldea lunar .
Puntos clave
- La Agencia Espacial Europea fue fundada en 1975 con el fin de unir a las naciones europeas en la misión de explorar el espacio.
- La ESA ha desarrollado una serie de proyectos importantes, incluido el observatorio espacial Gaia y la misión Mars Express.
- Una nueva misión de la ESA llamada LISA está desarrollando una estrategia espacial para detectar ondas gravitacionales.