un ecosistema es la interacción dinámica entre las cosas vivas y no vivas. El tamaño de un ecosistema puede ser cualquier cosa, desde un árbol hasta la selva amazónica e incluso la tierra entera. Los elementos no vivos o abióticos de los ecosistemas son cruciales, ya que proporcionan recursos importantes para los seres vivos como el hábitat, los alimentos, los minerales y la luz. en cada ecosistema, los seres vivos se han adaptado a lo largo del tiempo con los diversos tipos y cantidades de elementos no vivos para satisfacer sus necesidades con éxito.
luz del sol
La luz del sol es una parte esencial de la mayoría de los ecosistemas. Sin el sol, no habría fotosíntesis en las plantas, un proceso crucial en el ciclo de la energía en los ecosistemas. El sol también calienta la atmósfera y evapora el agua, lo que le permite reciclar a través del ecosistema y ayuda en el proceso de descomposición.
agua
Otro elemento no vivo crucial en los ecosistemas es el agua. Como los seres vivos están compuestos principalmente de agua, no pueden sobrevivir mucho tiempo sin ella. el agua se consume, y también es el hábitat primario en algunos ecosistemas, como lagos y océanos. Incluso en los desiertos y otros ecosistemas muy secos, los organismos han adaptado formas de conservar y almacenar agua.
suelo
El suelo cumple muchas funciones esenciales en los ecosistemas. tiene raíces en las plantas que no solo previenen la erosión, sino que también sirven como alimento y hábitat para otros seres vivos. El suelo en sí mismo es un hábitat para muchos organismos, tanto microscópicos como grandes. Hecho de minerales y materia vegetal y animal en descomposición, los ciclos del suelo son nutrientes importantes para muchos de los elementos vivos del ecosistema.
aire
Los seres vivos deben respirar. Los animales inhalan y exhalan aire, intercambiando oxígeno por dióxido de carbono. las plantas absorben y usan dióxido de carbono y devuelven el oxígeno al aire. Este intercambio de elementos es esencial para la vida y es mutuamente beneficioso. El aire también forma parte del ciclo del agua, reteniendo el agua que se evapora el sol y liberándola a la tierra como lluvia y nieve.