Las rocas metamórficas son el tercer tipo principal de roca, las otras dos son ígneas y sedimentarias. Debido a la forma en que se forman, las rocas metamórficas constituyen una gran parte de la roca de fondo en la corteza terrestre. Muchos materiales preciosos, como el mármol y muchos tipos de piedras preciosas, incluidos los diamantes, están formados por el proceso metamórfico.
formado bajo tierra
Las capas de roca que constituyen la superficie de la tierra son continuamente agregadas por varios procesos geológicos. Con el tiempo, el peso de la superficie empuja hacia abajo las capas viejas, más cerca del núcleo del planeta. En este proceso, el calor, la presión y la gravedad ejercen fuerza sobre estas capas de roca, transformando gradualmente el carácter de estas formaciones rocosas.
Hojas, losas y pizarras.
Dependiendo de la composición de las rocas que se están metamorfoseando, hay dos tipos principales de textura metamórfica. Las rocas metamórficas foliadas están dispuestas en láminas o planos, lo que significa que la composición de las rocas es relativamente uniforme y se dispersa bastante uniformemente debido a la presión. Las rocas metamórficas indiferenciadas o "no foliadas", como el carbón, a menudo se cristalizan de manera desigual debido a las impurezas de estas rocas.
formado a partir de otros tipos
Las rocas metamórficas se forman a partir de rocas ígneas y sedimentarias. En la actividad volcánica y sísmica, el enfriamiento del magma crea rocas ígneas, que están enterradas por la formación de rocas ígneas, el suelo y la vegetación. Las rocas sedimentarias están formadas en gran parte por la erosión de otros tipos de rocas, que se ven más dramáticamente en forma de arena de playa, lo que representa milenios de desgaste y erosión.
tipos de metamorfosis
diferentes tipos de eventos geológicos y ubicaciones producen diferentes tipos de metamorfismo. el metamorfismo de contacto ocurre cuando el calor extremo de la roca ígnea toca una superficie de roca más fría. el metamorfismo de falla ocurre cuando la actividad sísmica hace que las placas de la corteza se junten unas contra otras, causando una actividad de presión extrema.